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martes, 21 de julio de 2015

Lactancia vs Biberón



Hoy la entrada que escribo a parte de reivindicativa es mi gran apoyo a todas las madres que dan el biberón a sus bebés, que merecen todo mi respeto y su elección es tan válida como elegir la lactancia materna.

Os preguntaréis el por qué de este post y la verdad es que el otro día estuve con una mamá que me hizo pensar mucho en este tema y en lo poco que nos paramos a mirar el trasfondo de las cosas. Concretamente esta madre había parido hace un par de meses y le daba el pecho a su hijo y se me ocurrió preguntarle qué tal la lactancia y me contó sus desventuras, ya que al principio lo pasó bastante mal, pero lo que me ha impulsado a escribir esta entrada es el hecho de que esta madre ante su desesperación (tenía los pezones en carne viva, imaginaros el plan) decidió buscar la ayuda de alguien experto en lactancia y me contó que salió aún más hundida de lo que había entrado, ya que le hicieron sentir fatal por el hecho de plantearse dejar la lactancia y pasarse al biberón.



Qué triste me parece, que alguien que se supone sabe tanto de lactancia y por ende entiendo también que debe saber sobre los sentimientos que las mujeres tenemos recién paridas, sea tan extremo como para hacer sentir a una mujer que es mala madre porque se plantea dar el biberón.

Ya sabéis que yo soy de lactancia materna y de momento no tengo ninguna intención de terminar esta etapa, pero yo también lo pasé muy mal como ya os conté en este post y por supuesto que en algunos momentos me planteé dejar la teta, cierto es que dí con profesionales que me ayudaron muchísimo y al final conseguí salvar la lactancia pero os aseguro que lo último que me hacía falta en esos momentos era alguien presionándome para no dejar la lactancia bajo ningún concepto y consecuentemente hacerme sentir mala madre.

Qué pasa con todas aquellas madres que dan el biberón. Da igual que sea porque no pudieron seguir con la lactancia, porque tuvieron cualquier otro tipo de problema, o simplemente porque no quisieron. Son igual de madres que las demás y hay que respetar su decisión.

Yo lo tengo claro, para mí la teta es lo mejor que hay y parece que sus bondades están demostradas, pero que yo sepa los niños criados a biberón no son extraterrestres, ni enfermos crónicos ni nada por el estilo, son niños igual de sanos que los de teta.

A lo mejor pensáis que me he vuelto loca escribiendo este post, pero nada más lejos de la realidad. Son muchas las veces que he visto comentarios en internet en los que siempre me ha dado la sensación que aquellos que defienden la lactancia lo hacen a muerte y aquellos que optan por el biberón se sienten atacados. Recuerdo una noticia en la que se decía que los bebés amamantados tenían un coeficiente intelectual superior a los que no, no os podéis ni imaginar los comentarios tan hirientes que pude llegar a leer al respecto. He observado muchas veces que algunas madres que dan biberón se sienten culpables por ello, o las hacen sentirse así y sinceramente no me parece justo. Está claro que no hay que generalizar, pero yo creo que es una realidad, o por lo menos a mí me lo parece, que hay una cierta guerra con este tema.

A mí de verdad me gustaría que sobre todo se tuviera en cuenta que somos madres y que para aquellas que deseen llevar a cabo una lactancia exitosa haya más información y más ayuda real (la teoría creo que nos la aprendemos muy bien, pero la práctica muchas veces resulta muy complicada) teniendo en cuenta que cuando somos primerizas todo es nuevo, tenemos nuestas hormonas revolucionadas y necesitamos mucho cariño y mucha comprensión. Y que para aquellas que decidan dar el biberón por cualquiera que sea la razón, haya un respeto a su decisión y por lo menos nos preocupemos de saber por qué no han podido o no han querido dar el pecho antes de juzgarlas.

Afortunadamente parece que al tema de la lactancia se le da su importancia y cada vez más madres están convencidas de ello. Curiosamente es ahora cuando yo me siento poco respetada porque he decidido continuar con la lactancia y parece que ahora lo que sería correcto es dar el biberón. Y digo yo, por qué no respetamos más las decisiones de los demás y somos más cuidadosos a la hora de querer imponer nuestro criterio. Ya sé que no todo el mundo es así de extremo, pero encontrarte con alguien que sí lo es puede ser muy perjudicial, sobre todo cuando nuestras fuerzas flaquean y nos encontramos desbordadas.

Finalmente y después de todas estas conclusiones solamente quiero dar todo mi apoyo a las mamás que dan el biberón y por supuesto a las que dan teta, porque como he dicho antes, ante todo somos MADRES.


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