Primer viaje en avión de Princesota

Con motivo de las vacaciones de verano, hemos hecho un viaje para visitar a los primitos de Princesota.

Para ello tuvimos que coger un avión, el primero de Princesota y nuestro primer viaje en avión como papás. Reconozco que me da muchísima pereza, muchas horas esperando a pasar controles, embarcar, despegar, aterrizar, coger la maleta... En fin, que no es mi medio de transporte favorito.

El viaje que hacíamos concretamente duraba sólo una hora, pero desde que salimos de casa hasta que llegamos a nuestro destino pasaron 4 horas, lo que para mí es una desesperación. No obstante, la experiencia no estuvo nada mal y descubrí varias cosas de las que no tenía ni idea.

Para empezar, al pasar el control, aquellos que vamos con niños tenemos uno específico, que no tenía cola y encima puedes llevar agua, purés y todo aquello que necesiten los pequeños (yo llevaba el biberón de agua vacío pensando que no podía pasarlo), ahí ya te ahorras un tiempecillo, sobre todo ahora en verano que hay tanto trasiego de gente en los aeropuertos. La vuelta al ser un aeropuerto más pequeño y muy transitado tenía cola en todos los controles, así que el control de niños nos dio un poco igual, ya que no adelantamos nada de tiempo.

Una cosa que si sabía pero que experimentábamos por primera vez era entrar de los primeros en el avión, es una sensación extraña, algo que siempre has visto de lejos y ahora puedes hacer y sinceramente es una gozada, no tienes que esperar una laaaarga cola para entrar, lo haces de los primeros con todo el sitio del mundo para poner tu equipaje de mano, diría que esta es la mejor ventaja de viajar con niños.

Princesota se lo pasaba bomba asomándose a los asientos de delante y de atrás jugando con todo aquél que estuviera dispuesto a echarle una sonrisa. Como viajaba encima de nosotros, te dan un cinturón pequeño que enganchas al tuyo y que a ella no le hacía ni pizca de gracia. Tuvimos que echar mano de la tablet y sus dibujos favoritos para pasar algo de rato, la cosa no fue mal, pero es cierto que Princesota estaba un poco harta de estar perenne encima de sus papás sin poder moverse ni investigar. Si el vuelo hubiese durado más tiempo hubiésemos tenido serios problemas para mantenerla tranquila y es que hace poco hicimos un viaje en AVE y no tiene nada que ver, te puedes levantar, ir a la cafetería, andar por los vagones, mucho más cómodo para niños.

Pero bueno, la cosa fue bastante bien y una experiencia más que metemos en la mochila, pero la verdad, no sé muy bien cómo serán los viajes cuando sea un poco más mayor, ande y no pare quieta (que aún no anda y ya no para). Supongo que habrá que llevar un arsenal de entretenimiento...